No gastes por gastar: ¿Cómo evitar las compras compulsivas?

Compras compulsivas

Llegó diciembre y con él: navidad, reuniones familiares, cenas, posadas, brindis de fin de año, regalos, aguinaldo... La ciudad se viste de luz, las tiendas llenan sus aparadores, el tráfico aumenta.
Sin embargo, tras recibir el aguinaldo, algunas carteras se vacían en segundos y algunas tarjetas de crédito se llenan de deudas, lo que provoca que ese dinero extra desaparezca en menos de un mes y que surjan créditos interminables.

¿Qué sucede en estas fechas en que las tiendas se llenan de gente y de regalos y, sin embargo, algunos terminan con un enorme vacío, tanto en el alma como en la cartera?

La navidad es una oportunidad de mostrar cariño, procurar reunirse con seres queridos, compartir, festejar y dar regalos. Estos obsequios son una manera de decir a familiares y amigos que se les quiere. Sin embargo, a veces la compra de estos regalos se realiza sin control alguno.

Generalmente, el comprar produce una sensación agradable; estrenar y recibir o dar regalos es algo lindo y placentero. Pero se puede convertir en algo enfermizo cuando se hace de manera compulsiva y cuando esta actividad es la única que produce placer y calma la angustia.

Las compras compulsivas reflejan cierta incapacidad para controlarse. Algunas personas creen que necesitan cualquier cosa que les llama la atención, por lo que se esfuerzan en conseguirla inmediatamente y sin demoras. Este hecho les brinda cierto placer, aunque sea momentáneo.

La gente compra en navidad. Es tradicional recibir regalos de Santa Claus o de los Reyes Magos; se realizan intercambios en la oficina, con los amigos y con familiares. Además, se recibe el aguinaldo y, con él, la libertad de darse algunos gustos e incluso lujos por los que se espera todo un año.

¿Cómo detectar si el motivo de las compras es únicamente la disminución de una sensación de angustia o soledad, o la evasión del episodio nostálgico y depresivo que algunas personas experimentan en navidad?

El comprador compulsivo pierde el control sobre sus hábitos de gasto, lo que le provoca un sentimiento de culpa al terminar de hacer sus compras. Tiende a ocultar cuánto gasta y, a veces, esconde los artículos nuevos que compra. Esto es porque compra por comprar, sin pensar realmente si el producto le es necesario o útil.

En la casa de un comprador compulsivo se suelen encontrar muchos artículos acumulados o repetidos; productos sin abrir y otros innecesarios. El comprador compulsivo gasta más de lo que puede pagar, acaba con su aguinaldo y su sueldo en la adquisición de artículos. Frena hasta que no le queda nada para asumir sus gastos habituales.

Las personas que presentan esta patología pasan de un estado de euforia a uno de tristeza y finalmente de culpa. Al comprar buscan llenar o evadir ciertos sentimientos de vacío, que se incrementan en la época decembrina.

Este problema va más allá del control de la persona. Pese a saber que no le alcanza el dinero o que no necesita el artículo, le es muy difícil dejar de comprar. Para lograrlo requiere de apoyo terapéutico.

Para quienes presentan esta euforia por comprar sólo en diciembre se sugiere lo siguiente:

1. Antes de salir de compras haga un presupuesto. Es importante cubrir primeramente las necesidades básicas y priorizar los gastos para, finalmente, destinar una pequeña parte a los regalos.

2. Una manera de bajar los gastos y darse el gusto de dar y recibir es hacer intercambio de regalos. Se puede realizar una rifa en donde a cada quien le toque dar un regalo, así como recibir uno.

3. Comprar en efectivo los obsequios de navidad y no llevar tarjetas de crédito, para no excederse en los gastos.
Recuerden que lo que realmente importa es la intención y no el costo de lo material. Hay que tener claros los valores personales y dar mayor importancia al ser como persona que al tener. Se pueden buscar formas creativas de expresar afecto, como dar tarjetas, regalar poemas, compartir momentos y restar importancia al consumismo y a lo material.




No hay comentarios:

Publicar un comentario